Por desgracia para la mujer embarazada, hay muchos alimentos que no debería comer, ya que en caso de una infección, el feto sería el gravemente perjudicado. Todas las precauciones son pocas cuando una mujer está embarazada y debe atener a las recomendaciones referentes a los alimentos, que son muy importantes.
En primer lugar a la hora de cocinar los huevos se debe tener mucho cuidado para que los huevos sean frescos y que al cocinarlos, queden bien hechos, para asegurarnos que no vamos a contagiarnos por Salmonella, un contagio que podría ser perjudicial para nuestro bebé y por lo tanto es uno de los alimentos con los que debemos tener cuidado.
Las preparaciones con huevo crudo como es el caso de la salsa Holandesa, el clásico ponche de huevos, merengue o cualquier otra salsa en la que usemos el huevo crudo, es mejor dejarla para cuando llegue el momento del parto, para que el bebé no tenga ningún problema con la alimentación de la mujer.
El huevo es uno de los ingredientes cuya manipulación es vital para no contagiarnos de Salmonella. Lo mejor para consumir huevos es hacer una tortilla en la que los huevos estén bien cocidos, además de huevos cocidos, que es otra forma de disfrutar de huevos sin peligro alguno. Siempre con los alimentos se debe tener un cuidado especial, porque cualquier contaminación alimentaria perjudica mucho más al feto que a la madre, ya que es más indefenso a lo largo de las diferentes etapas de embarazo.