Nadie lo discute. La llegada de un hijo al mundo cambia por completo la vida de los padres. Horarios, rutinas, hábitos, humor, e incluso el habito del sexo. Es por esto que se hace muy difícil recuperar el ritmo de relaciones que se llevaba antes de la concepción y el nacimiento.
Existen ciertos factores que sentirán las mujeres y que tirarán abajo todo momento de excitación, pero que como veremos un poco más adelante conviene no preocuparse demasiado.
Es muy común que los padres sientan cansancio durante la relación, por la atención que requiere el bebé, además del resto de los miembros de la familia, en especial si ya hay hermanos de por medio que también piden cosas constantemente. La falta de tiempo y de energía para todo es una constante que juega en contra, cambiando el humor, los ánimos, etc. Además la madre comienza a ver que su cuerpo ha cambiado, que se encuentra más gorda que antes y por tanto no se sienta tan atractiva y confiada para tener relaciones.
Para poder volver a lograr un sexo placentero tanto para la madre como para la pareja, sera necesario esperar de 40 a 60 días luego del parto para comenzar a intentarlo. Aun así se recomienda descansar en todo momento. Lo ideal es acoplarse al ritmo del niño, es decir, dormir cuando él duerme. De esta forma podrá estar mas descansada la madre para tener energías para el marido.
No hay que olvidar alimentarse correctamente con vitaminas y minerales en todo momento para estar sana y fuerte además de beneficiar el humor.
Si aun estas en duda con tu cuerpo, lo ideal es que consultes a un nutricionista, hables con tu pareja para que te diga como te ve y que hagas dieta o ejercicios.